Belleza fermentada: La fermentación como potenciador de los ingredientes cosméticos
Ha habido una evolución en la forma de entender los cuidados faciales. Los consumidores de cosmética han cambiado de intensas rutinas cargadas de múltiples pasos a un skincare mucho más simple e inteligente con objetivos concretos, como proteger la piel de los factores ambientales, y también para fortalecerla y restaurarla, una meta donde entran en juego los probióticos y prebióticos, dando lugar a la era de la belleza fermentada.
La fermentación es un proceso tradicional que se ha usado desde hace siglos en muchas gastronomías del mundo, sobre todo las de los países orientales. Desde allí, en los últimos tiempos ha llegado a Europa y nos hemos habituado a términos como kombucha o chucrut, preparaciones que ya tienen un lugar en la dieta de muchos habitantes del viejo continente.
La fermentación es la transformación que sufren ciertos materiales orgánicos bajo la acción de encimas secretadas por microorganismos.
Estas encimas inducen la descomposición del material original para transformarlos en componentes mucho más potentes. El objetivo de todo esto es multiplicar las bacterias buenas.
La fermentación actúa como potenciador de los ingredientes cosméticos y aumenta la concentración de nutrientes y antioxidantes.
Y por si todo ello fuera poco, las sustancias que se producen durante la fermentación prolongan la vida útil de los productos.
En este 2022, esta tendencia ha despertado el interés de los grandes conglomerados de belleza y sobre todo, de los consumidores.
La belleza fermentada es uno de los intereses beauty que más se prevé que aumenten a lo largo de este año. Esto quiere decir que los consumidores de cosméticos fermentados se tengan que preparar para ver hidratantes a base de kombucha o de probióticos.
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